Los productores de arroz del país, específicamente los de Panamá Este y Darien, enfrentan una situación crítica debido a la falta del pago de las compensaciones correspondientes al año 2023.
Ante la situación, este lunes realizarán una manifestación en las instalaciones del Ministerio de Desarrollo Agropecuario (MIDA) Curundu.
“El gobierno actual llega a su fin, y aún se les adeuda más de 20 millones de dólares solo a esta zona, lo que genera una creciente preocupación en el sector, por lo que es imperante que se nos incluya en la agenda de transición del nuevo Gobierno”, destacó la Asociación de Arroceros.
Con el inicio de la zafra 2024, muchos agricultores se encuentran en una encrucijada. La incapacidad de adquirir insumos necesarios, alquilar tierras y preparar sus equipos ha dejado a varios productores sin poder sembrar. Sin mencionar los compromisos bancarios que se tienen. Este panorama no solo afecta la producción, sino también la economía localmente y de los agricultores que dependen de la cosecha para su sustento.
La organización comentó sobre la gravedad de la situación por no haber comprado lo que corresponde a la safra 2023: «Estamos preocupados ya que las compensaciones corresponden al sistema de regulación de precios que estableció el gobierno en el rubro arroz, y aparte de que nos toca cargar con esta medida del control de precio, nos esta tomando demasiado tiempo para cobrar y ya muchos productores se han ido a la quiebra por esta situación.»
La situación se agrava considerando el contexto internacional. Brasil, uno de los principales productores de arroz, está enfrentando dificultades significativas, lo que podría impactar el mercado global del arroz.
Ante esta coyuntura, es más urgente que nunca que los productores nacionales maximicen su producción para asegurar el abastecimiento del mercado nacional.
La comunidad arrocera hace un llamado urgente al gobierno para que brinde soluciones inmediatas y efectivas. La continuidad de la producción arrocera es vital no solo para la estabilidad económica de los agricultores, sino también para garantizar la seguridad alimentaria del país.
«Necesitamos esos pagos para poder sembrar y asegurar la producción del próximo año. La situación en Brasil nos pone en una posición donde debemos esforzarnos más para cubrir la demanda nacional», añadió el vocero oficial de la organización.
La incertidumbre por la falta de pago pone en riesgo la cosecha del próximo año.
Es imperativo que se tomen medidas inmediatas para resolver esta problemática y asegurar un futuro próspero para el sector arrocero del país.
