El Ministerio de Ambiente (MiAMBIENTE) informa sobre los resultados preliminares de la investigación del incendio que afectó la Reserva Hídrica Cerro Guacamaya, ubicada en Cañaveral, distrito de Penonomé, provincia de Coclé. Según el informe del Cuerpo de Bomberos, el siniestro consumió aproximadamente cientos de hectáreas de vegetación, predominantemente «paja de cerro» o «paja peluda».
El incendio inició en horas de la tarde del 23 de enero y se extendió hasta la mañana del 27 de enero. Aunque aún se desconocen las causas exactas, se presume que fue provocado, por lo que MiAMBIENTE reitera que se mantiene una recompensa de B/.3,000.00 para quien brinde información sobre los responsables de este crimen contra el ambiente. Actualmente, el Ministerio Público mantiene una investigación en curso para determinar responsabilidades.
El 31 de enero se realizó una inspección en el área afectada con la participación de especialistas en biología forense, criminalística y unidades de investigación de la Policía Nacional, incluyendo la Dirección de Investigación Judicial (DIJ), la Dirección Nacional de Seguridad, Prevención e Investigación de Incendios (DINASEPI) y la Dirección Nacional de Áreas Protegidas y Biodiversidad (DINAPARC), con el objetivo de recabar evidencias que permitan esclarecer los hechos.
Para la extinción del incendio se emplearon diversas técnicas de control, como ataque directo, rondas cortafuegos y contrafuegos. Debido a las condiciones del terreno y las altas temperaturas, se requirió apoyo aéreo para controlar las llamas. En el operativo participaron la Gobernación, el Cuerpo de Bomberos de Veraguas, Los Santos y Coclé, la Policía Nacional y un grupo de voluntarios coclesanos conocidos como «Los Halcones».
A fin de prevenir, el Ministerio de Ambiente insta a las comunidades colindantes a la Reserva Hídrica Cerro Guacamaya a mantenerse vigilantes y reportar cualquier actividad sospechosa que pueda poner en riesgo el ecosistema. Esta área protegida abastece de agua a 52 comunidades cercanas, por lo que se coordinarán reuniones con las Juntas Administradoras de Acueductos Rurales (JAAR) para establecer estrategias de protección, especialmente en las tomas de agua.