El número de niños, niñas y adolescentes que han cruzado a pie la selva del Darién entre Panamá y Colombia ha aumentado 7 veces en los primeros dos meses de 2023 en comparación al mismo periodo de 2022, alertó hoy UNICEF.
En enero y febrero cerca de 9,700 niños, niñas y adolescentes atravesaron el tapón del Darién rumbo a Norte América. La mayoría con la esperanza de llegar a los Estados Unidos.
Esta cifra es la más alta que se ha registrado en un periodo de dos meses desde que se llevan estos registros. Durante el mismo periodo del año anterior menos de 1,400 fueron contados por autoridades panameñas.
Actualmente 1 de cada 5 migrantes caminando a través de la selva del Darién son niños y son el grupo de personas en movilidad que más rápido está creciendo entre quienes abandonan sus hogares huyendo a la violencia o migran en busca de mejores oportunidades.
Adicionalmente, el número de niños y niñas no acompañados o separados continúa creciendo. En los primeros dos meses de 2023, UNICEF ha estimado un promedio de 5 niños por día que llegan solos a Panamá o al menos 200 en lo corrido del año. El año pasado en el mismo periodo UNICEF registró menos de 40. Los niños y niñas separados o no acompañados son particularmente vulnerables a la violencia, el abuso y la explotación.
“Nuestros equipos en el terreno nunca han visto tal cantidad de niños y niñas cruzando la selva de Panamá solos o con sus padres” dijo Garry Conille, Director Regional de UNICEF para América Latina y el Caribe desde Ciudad de Panamá. “UNICEF está aumentando la asistencia humanitaria en apoyo a la respuesta del gobierno de Panamá. Sin embargo, asegurar los servicios básicos como agua potable, salud materno infantil y los servicios de protección para todos los niños y niñas, incluidos aquellos de las comunidades de acogida, se hace más complicado, semana tras semana. Si se mantienen las tendencias actuales, la cantidad de niños, niñas y adolescentes migrantes que cruzan a través de Panamá este año, rebasará por mucho el total registrado el año pasado”.
Más de 6,500 personas migrantes, entre ellas un estimado de 1,300 niños, niñas y adolescentes, quedaron represadas en las comunidades de acogida y las Estaciones Temporales de Recepción Migratoria en Darién (Panamá) cuando las autoridades paralizaron, transitoriamente, el traslado de frontera a frontera de personas migrantes en tránsito después del letal accidente de bus del pasado febrero generando un represamiento en las comunidades de acogida y Estaciones Temporales de Recepción Migratoria de Darién (Panamá). Como resultado, las instalaciones han tenido en ciertos momentos una capacidad de alojamiento excedida hasta en 600 por ciento. Hoy, el acceso a servicios básicos como agua segura e higiene, alimentos o servicios médicos resultan insuficientes.
Aunque el transporte se ha reactivado, la elevada cifra de ingresos diarios desafía las capacidades para garantizar condiciones adecuadas para los niños, niñas y sus familias, así como para que el flujo sea ordenado y seguro en los países a lo largo de la ruta migratoria.
En Colombia, Panamá y el resto de Centro América, UNICEF y sus socios proveen atenciones para salvar vidas y asistencia de largo plazo para garantizar el bienestar a los niños, niñas, adolescentes, mujeres embarazadas y familias migrantes, así como de las comunidades impactadas por la migración. Las intervenciones de UNICEF se centran en la protección de la niñez a través apoyo psicosocial y gestión de casos, servicios de salud materno-infantil, acciones de agua, saneamiento e higiene, prevención y atención de violencia basada en género, así como la protección por presencia.
“En América Latina y el Caribe muchos niños no solo están cruzando una frontera; ellos están moviéndose entre varios países en condiciones extremas. Mientras estos números continúen al alza, los gobiernos de los países de origen, tránsito y destino; organizaciones de la sociedad civil; y organizaciones internacionales, necesitamos trabajar juntos para asegurar que los derechos de todos y cada uno de los niños son protegidos a lo largo de la ruta”, agregó Conille.
UNICEF hace un llamado a los gobiernos a fortalecer su respuesta al creciente flujo de niñez migrante, y a los donantes y socios para proveer fondos flexibles adicionales para responder ágilmente a las necesidades de los niños, niñas, adolescentes y mujeres en las comunidades de acogida y de las familias migrantes en los países de origen, tránsito y destino, para:
• Mantener e incrementar la provisión de servicios críticos en los sectores de agua, salud materno infantil, protección, justicia, alimentación y alojamiento.
• Reforzar los mecanismos de coordinación transfronteriza para la garantía de derechos de la niñez en movilidad.
• Incrementar las medidas de seguridad durante el tránsito para asegurar el bienestar y la protección de la niñez en todo momento.
• Fortalecer la capacidad institucional para establecer planes de respuesta a largo plazo centrados en crisis prolongadas, teniendo en cuenta las necesidades específicas de la niñez migrante.