El fin de semana, miles de personas en Panamá estuvieron pendientes si la joven Daryelis Sáez, la panameña desaparecida en el conflicto entre Israel y el grupo Hamás, daba señales de vida.
Gracias a Dios, Daryelis, su esposo David Heiblum y su mascota aparecieron en un refugio antibombardeos.
Este miércoles, Treporta le realizó una entrevista en la que detalló los momentos de angustia que vivió y vive. «Yo le decía a mi mamá, si me logran encontrar con vida será un milagro», aseguró Sáez, quien añadió que el ataque empezó a las 6:00 a.m.
«Apenas escuchamos las alarmas entramos al refugio (mamad) con mi mascota, busqué rápidamente mi pasaporte, ya que escuchaba disparos. Dios estuvo con nosotros y hasta ahora nos ha protegido», dijo la chica.
Los terroristas llegaron a la comunidad donde vivía en paracaídas, carros, «todos estaban totalmente armados, muchos de ellos tocaban a las puertas. Se llevaron gente que yo conocía, se llevaron ancianos de 80, 60 años, se llevaron niños. En mi mente fue como si el mundo te diera vueltas, yo decía qué pasó, dónde estoy, fue muy difícil”.
«Ellos te tocaban la puerta, te hablaban en hebreo y te decían sal que te voy a ayudar, pero no era así, era que ellos querían que salieras, te engañaban con el lenguaje y cuando salías te mataban y si no salías te tiraban una granada dentro de la casa y todo explotaba”, confesó.
Aún se siente en shock, asimilando todo, «no te puedo explicar por qué no fueron a mi casa, solo te puedo decir que Dios estuvo con nosotros y hasta el momento está con nosotros y todavía estoy en shock, me cuesta asimilar todo, a veces cuando hablo me enredo demasiado, porque mi cabeza está ahí, ahí, ahí, incluso cuando llegué al hotel, trabajé con psicólogos, y les decía ‘quiero que alguien me escuche’. En mi cabeza escucho aviones, helicópteros, tanques de guerra, mi perro está en trauma», afirmó.
Cuando fue rescatada, dijo que vio muchos muertos, personas sin cabeza, sin brazos, «sin alguna parte de su cuerpo, de gente que conocía hace años, parejas jóvenes, niños… fue algo horrible, todo Israel está de luto, porque es una masacre», detalló.
A su madre le dijo que si no le contestaba en tres días o una semana, «debía ir a la Embajada en Panamá, mostrarles mis documentos y preguntar por mí… Tuvimos que cerrar las puertas y ventanas; todo sucedió muy rápido”.
Daryelis aseguró que nunca pensó vivir esa situación como la de ahora.
