La diputada Alexandra Brenes alzó la voz en la Asamblea Nacional ante el alarmante anuncio del director del IFARHU, quien advirtió que la institución está en quiebra poniendo en riesgo los beneficios de más de 200,000 estudiantes panameños.
Con la preocupación en aumento, Brenes llamó a la acción, solicitando al Ministerio de Economía y Finanzas y al propio IFARHU que tomen medidas inmediatas para evitar que los jóvenes sufran las consecuencias de una mala administración.
Entre las propuestas de ajuste mencionadas por la diputada destacan la eliminación de boquitas, alquiler de autos de alta gama y la reducción de viáticos para viajes al exterior de altos funcionarios, elementos que bien podrían generar alivio en las arcas para el instituto.
La solución parece tan obvia que sorprende que no haya sido implementada antes.
Mientras los estudiantes dependen de estos recursos para continuar sus estudios, algunos funcionarios parecen más enfocados en disfrutar de lujos que en cumplir su verdadero deber.
El tiempo apremia, y el IFARHU necesita respuestas antes de que los estudiantes paguen el precio más alto.
