El caso del submarino Titan en el que fallecieron cinco personas ha impactado a millones de personas.
Un detalle que llamó la atención es que para manejar la nave marina se usó un control de videojuegos de Logitech, empresa que ha tenido una caída en sus acciones.
La empresa dueña del control ha tenido una caída de 3,4% en sus acciones desde el lunes, cuando se hizo pública la desaparición del submarino.
La situación ha llegado a generar un desplome de hasta el 11% durante la jornada del miércoles 21 de junio, y actualmente las acciones se cotizan en 55,71 dólares.
El dispositivo que utilizaron en el Titan es un Logitech F710, un mando que fue creado en 2005 y que se puede encontrar por 40 o 50 dólares en tiendas digitales.
Confiaban en el control
Aunque la principal hipótesis que explica lo que sucedió con el Titan apunta a qué fue una implosión, no se han definido oficialmente los factores que llevaron a este suceso. Sin embargo, desde la compañía dueña del submarino tenían plena confianza en el control de Logitech, publicó el portal Infobae.
“Hemos adaptado todo con un enfoque completamente nuevo para el sub diseño y todo se controla con este control de videojuegos. Si quieres avanzar, presionas hacia adelante; si quieres regresar, hacia atrás”, contó Stockton Rush, CEO OceanGate, a CBC en una entrevista hace varios meses.
En ese entonces arrojó al suelo el control para evidenciar su resistencia y su peso ligero, lo que consideraban apropiado para manejar el submarino. “Es súper duradero y siempre mantenemos un par de repuestos a bordo”, comentó el CEO en ese momento.
Utilizar un control de videojuegos para un submarino que ofrece viajes a la profundidad del océano, no es inusual.
De eso hay ejemplos, el ejército británico ha tenido durante décadas un control similar para el tanque Challenger 2. Si bien el mando que usan no es comercial, sí está inspirado en los aparatos que fueron lanzados en los 90.
Otros casos similares son los ejércitos de Israel y Estados Unidos, que han adaptado controles de Xbox a sus dispositivos gracias a los largos periodos de autonomía que ofrecen sus baterías y la precisión de control.