El candidato de ultraderecha Javier Milei, que con su discurso «anticasta» y provocador captó especialmente el voto de la ciudadanía desencantada, es un auténtico «rockstar» que el domingo logró patear el tablero de la política del país sudamericano.
Con un discurso en el que instaló la propuesta de dolarización, de demoler el Banco Central y prometiendo pasar una «motosierra» por el gasto público, se convirtió en el precandidato a la presidencia argentina más votado de cuantos compitieron en las primarias celebradas el domingo.
El economista libertario llama la atención por su peinado en forma de casco de moto y despeinado y «ojos color de cielo», se identifica con un león, cuya cabeza lanzando fuego es el logo de su espacio, y se caracteriza por llegar a expresarse con un tono agresivo y hasta violento.
Milei, acompañado por la candidata a vicepresidente, Victoria Villarruel, prometió, en un país acosado por más de una década de inflación que trepó en junio pasado por encima del 115 % anual, no solo dolarizar la economía, para abandonar el devaluado peso argentino.
En las entrevistas se muestra con chaqueta y corbata, pero en sus mitines se desata al estilo «rockstar», fama que además adquirió por haber sido parte de una banda de rock en su juventud. También fue portero del equipo de Chacarita.
Se entiende que el voto joven pudo haber sido clave en la victoria del domingo, así como el de los desencantados con los políticos tradicionales debido a las recurrentes crisis argentinas.