A través de la Operación Arcángel Miguel, en conjunto con el Ministerio Público y el Ministerio de Ambiente, se ubicó un campamento clandestino en el secror de Dos Bocas, entre los ríos Tacartí y Membrillo.
El sitio responde a los actos ilícitos del crimen organizado transnacional para explotar en la zona economía ilícita circular, lucrando del sufrimiento y desesperación de migrantes que son guiados por coyotes hasta este punto, desde las costas del caribe.
Entre los resultados de la operación destaca el decomiso de siete antenas satelitales Starlink, tecnología que se presume era utilizada para facilitar actividades ilícitas en la región.
De mismo modo este campamento clandestino promueve actividades delincuenciales conexas como la prostitucion, venta de sustancias ilícitas y extorsión, promovidas por grupos criminales vinculados al Clan del Golfo.
Jorge Gobea, director de Senafront, dijo que no se permitirá otras rutas, para que no se prolifere la contaminación y no proliferen las actividades criminales conexas que trae este movimiento migratorio.