Algunas vigas de acero tipo H destinadas al Puente de Las Américas, desaparecidas un día después de las elecciones de mayo de 2024, han sido encontradas.
La noticia fue dada a conocer por el director de la policía, Jaime Fernández, a través de las redes sociales de la institución.
La Policía informó que las vigas aparecieron repartidas en tres provincias, lo que sugiere la participación de una red organizada.
La Fiscalía Anticorrupción con la Policía Nacional ubicaron 18 vigas H en Panamá Oeste, 26 vigas H en Herrera, con las especificaciones denunciadas por el Ministerio de Obras Públicas, como parte de investigación por delito contra la Administración Pública (peculado).
En tanto, mediante diligencia de inspección ocular en un local ubicado en la avenida Nacional, la Procuraduría General de la Nación, ubicó otras 6 vigas H. Las diligencias continúan.
Según fuentes oficiales, ya se ha identificado a algunos de los responsables, aunque los detalles completos sobre cómo se realizó la operación permanecen bajo investigación.
La desaparición de las 600 vigas, valoradas en 3 millones de dólares, (5 mil dólares cada una) fue un golpe no solo para el proyecto del Puente de Las Américas, sino también para la credibilidad de las autoridades encargadas de su custodia.
Las circunstancias alrededor del hecho, justo un día después de las elecciones, también levantan sospechas sobre posibles vínculos políticos.
¿Fue un acto de sabotaje premeditado? ¿O simplemente un caso de robo común con propósitos lucrativos?
Este incidente ha reavivado el debate sobre la corrupción y la ineficacia en la gestión de proyectos públicos. Si bien la aparición de las vigas podría considerarse un avance, el caso abre una serie de interrogantes sobre el funcionamiento de las instituciones y la existencia de redes de crimen organizado que operan impunemente.